Ambientada con el estruendo industrial de las vías del tren, la última película del maestro vanguardista austriaco es un tributo frenético a la antigua obsesión del cine con los trenes. ¡Todos a bordo de un viaje fantasmagórico hacia la técnica titilante de las imágenes en movimiento!

Usando métodos artesanales, el vanguardista austriaco convierte The Good, the Bad and the Ugly de Sergio Leone en un espectáculo de celuloide en blanco y negro: su “intento de convertir un western romano en una tragedia griega”. Un corto de CinemaScope vívidamente reactivo y altamente combustible.