En 2013, Laura Poitras comenzó a recibir correos firmados por un tal “Citizenfour”, que aseguraba tener pruebas de los programas de vigilancia ilegales dirigidos por la NSA. Cinco meses más tarde, se encontró con este hombre anónimo que resultó ser Edward Snowden.

Antes de obtener una nominación al Oscar® con All the Beauty and the Bloodshed, Laura Poitras ganó un Oscar® con Citizenfour. La documentalista, que logró lo imposible, trabajó con el denunciante Edward Snowden cuando este sacó a la luz el amplio programa de vigilancia masiva de los EE.UU.