Filmada en varios lugares del mundo, Ghost Strata explora las discrepantes escalas de impacto de la presencia humana en la tierra, en el pasado, el presente y de cara al futuro. Sonidos y textos encontrados crean una meditación sobre el tiempo, la memoria, aquello que sobra y la extinción.

¿Y si la función más preciosa del cine fuera capturar el paso del tiempo, fragmentos de existencia y capas geológicas de historia que pasan desapercibidos? El diario de Ben Rivers, filmado en 16 mm alrededor del mundo y estructurado en doce capítulos, reflexiona sobre lo que podría ser el “ahora”.