Un montón de recuerdos perdidos son vendidos al mejor postor en un mercado de antigüedades. Un coleccionista de películas en super 8 encuentra 10 años de filmaciones familiares protagonizadas por una niña de la que sólo sabe el nombre. ¿Por qué alguien vendería su memoria?

He aquí una impresionante obra en cuanto a la magnitud de su compromiso. Se trata de toda una hazaña: clasificar una década de películas caseras. Así, se logró elaborar un retrato de Larisa gracias a 2000 pies de material Super 8mm. Una reflexión sobre la autoría dirigida por Andrés Pardo Piccone.