La joven viuda Susan Vernon visita la finca de sus suegros mientras espera a que pasen las habladurías sociales sobre sus indiscreciones personales. Allí, decide conseguir un marido para ella y para su renuente hija. Con la ayuda de un viejo amigo, atrae la atención de muchos hombres interesantes.
Tras su regreso con Damsels in Distress el estadounidense Whit Stillman hizo un filme inesperado y acertado: una adaptación de Jane Austen que probó que podía hacer la crónica de los manejos sociales del periodo de la Regencia igual de bien que la de los jóvenes de Manhattan y las discotecas.