Durante el conflicto norirlandés y tras una larga ausencia en Londres, Maeve regresa a Belfast y se queda en la casa de su familia, con su hermana Roisín y sus padres. También se encuentra con su exnovio, Liam. Su llegada estimula una serie de recuerdos infantiles, tanto en ella como en otros.

Al recalibrar las narrativas patriarcales a través de una lente femenina, Pat Murphy une el melodrama a la crítica política para examinar el conflicto en Irlanda del Norte. Con su estructura fragmentada a base de conversaciones y confesiones, Maeve es un hito para el cine irlandés y feminista.