RUDE BOY

Ray Gange, quien trabaja en una sex shop en Soho y es amigo de Joe Strummer, líder de The Clash, pasa de ser fan del grupo a trabajar como su roadie, pero su cuestionable ética laboral y sus posiciones políticas no encajan con el plan del grupo de mostrar su furia contra un creciente nacionalismo.

Este clásico de culto de Jack Hazan y David Minga, entre una película-concierto de The Clash y un eléctrico y alcoholizado retrato del punk inglés, observa los valores y las revoluciones roqueras en Gran Bretaña antes de Thatcher e igual que la escena musical que documenta es crudo, tosco y directo.