El recepcionista de un hotel suicida en Taipei, Taiwán, forma una amistad fugaz en el transcurso de una noche con una huésped que no puede decidir si quiere vivir o morir.
Distópico pero contemporáneo, este aclamado corto encuentra una intimidad y un amor inesperados en medio del cinismo urbano y la soledad. En esta meditación sobre la vida en la ciudad, Taipei está envuelta en tonos cerúleos, un océano helado y seductor donde la gente va a la deriva en el olvido.