La atormentada actriz Nadine Chevalier trabaja en películas softcore hasta convertirse en la obsesión del paparazzo Servais. Este pide dinero prestado a su empleador del bajo mundo para lanzar una producción teatral experimental con Nadine como protagonista, pero junto a un actor alemán demente.
Después de que su película de 1972, The Devil, se prohibiera en su país natal, el gran visionario polaco Andrzej Żuławski escapó a Francia para hacer esta frenética historia de pasiones turbulentas en el amor y el arte. Romy Schneider ganó el premio César a mejor actriz con su ferviente actuación.