Películas hermosas e interesantes
Irlanda rural, 1981. Una niña de nueve años, silenciosa y desatendida, es enviada lejos de su disfuncional familia para pasar el verano con los suegros y aunque el nuevo entorno le intimida, termina floreciendo bajo su cuidado. Pero en esa casa donde se supone que no hay secretos, descubre uno.
El premiado debut de Colm Bairéad, primer largometraje en irlandés estrenado en Berlinale, se basa en pequeños gestos de asombroso significado. Este evocador retrato de la Irlanda rural de los años ochenta sintoniza de forma poco común con la soledad infantil, en un canto de belleza y melancolía.