El cortometraje de Alice Diop traza el desgastado terreno de la masculinidad al seguir a un grupo de hombres que van de un lado a otro en una ciudad moderna y actúan de la forma en que la sociedad y sus amigos esperan que actúen los «hombres». Pero sus monólogos internos revelan otros deseos.
Brutal y empático, este corto documental ganador del César desnuda los ideales machistas que corroen las mentes y las almas de los jóvenes. Nacida de la marginalización, la jaula de la masculinidad tóxica parece ineludible, a pesar de algunos momentos de ternura que auguran una esperanza futura.