Cuatro personajes, cuatro provincias, una reflexión sobre la China contemporánea: una sociedad con un desarrollo económico colosal que convive con una enorme violencia.

Famoso por sus elegantes retratos de la China moderna, Jia Zhangke hizo un cambio repentino, combinando neorrealismo arthouse y venganza kung-fu en una furiosa bomba política. Esta mirada controvertida sobre el poder sin control, que el gobierno chino trató de censurar, ganó Mejor Guion en Cannes.