Con Pasajes ingresando a la plataforma, invitamos al director Ira Sachs a escoger algunas de sus películas favoritas de las bóvedas de MUBI. “No puedo imaginarme ser yo mismo sin estas películas”, nos dijo Sachs sobre su selección. “Forman una parte tan importante de mí que no puedo concebir mi vida creativa sin ellas. Permanecen en mi mente como fotografías”.

Loulou (Maurice Pialat, 1980)

“Loulou nos dio a mi coguionista Mauricio Zacharias y a mí la idea de una historia: un triángulo amoroso en el que el personaje central se debate entre lo que tiene y lo que quiere, lo familiar y lo desconocido. En Loulou, ese eje es Isabelle Huppert, y en Pasajes, es Franz Rogowski. Hablé bastante con Rogowski sobre cómo Gérard Depardieu es un actor del que podemos aprender mucho. Hablamos concretamente de la diferencia entre Depardieu y Gena Rowlands. Rowlands es una actriz que en casi todas las escenas parece estar sola, mientras que Depardieu parece íntimamente ligado a los demás y al lugar”.

El inocente (Dir. Luchino Visconti – 1976)

“Pensando en el triángulo de Pasajes, Mauricio Zacharias y yo vimos El inocente y decidimos avanzar en una nueva dirección. La película es el retrato de un hombre en el poder que desea dos objetos amorosos al mismo tiempo. Parece tenerlo todo, pero aún quiere más. Me impactó lo que sentía por Giancarlo Giannini y Laura Antonelli, lo que desencadenó la idea de un hombre gay que experimenta una inesperada lujuria por una mujer, y cómo eso puede cambiar su vida. El inocente es una película de piel, textura y color: es muy excitante. Eso me entusiasmó. ¿Por qué me propuse hacer una película de placer? Quería averiguar qué podía excitar al público, pero también entretenerlo y atraparlo. Visconti lo entendía”.

A Bigger Splash (Jack Hazan, 1973)

“Me encanta que la cámara no parpadee. Hay una intensidad voyeurista en esa película, que me da permiso para mirar sin vergüenza. La forma en que el sexo está integrado en cada elemento de la vida de los personajes es maravillosa. No se puede distinguir entre la pintura de un cuadro y la intimidad sexual. A Bigger Splash es una película muy libre. Es liberadora. También disfruta de la música, el baile, el color y la moda. Esos son los detalles que la convierten en una réplica perfecta de su época. Pero a la vez parece muy contemporánea. Hay una cualidad esencial de la vida humana en esa película. Es una película muy cotidiana y, sin embargo, es elevada en todos estos aspectos inesperados”.

Portrait of Jason (Dir. Shirley Clarke – 1967)

“Veo Portrait of Jason como una película sobre violencia y performance. ¿Cómo es el artista también el agresor tanto en la vida como en la obra? ¿Cuál es el poder del objeto? Jason es así de fuerte porque se desvía y resiste, y mantiene su espacio contra la fuerza del cineasta. También es una película que hace monumental la vida de un individuo. Examina a un hombre al que otros podrían haber ignorado. Shirley Clarke crea un icono con Jason, dándole espacio y pensando que el comportamiento es carácter. Hay que tener mucha seguridad para confiar en el instinto de que esta configuración conceptual tan simple resonará de una manera tan poderosa. Shirley presta atención”.

La boca abierta – (Dir. Maurice Pialat – 1974)

“Si tuviera que hacer un repaso de mi propia vida creativa, hay una línea temporal bastante directa para mí que empezó con el descubrimiento de Cassavettes en los 80, y que se trasladó a un periodo en el que Ken Loach, y específicamente las películas que hizo con Chris Menges, me estaban enseñando una dirección. Luego empecé a ver a Maurice Pialat, probablemente a principios de la década de 2000. Trabajando con la directora de fotografía Josée Deshaies en Pasajes, hubo un momento en el que describió a Pialat como el monstruo en la habitación, como el padre al que no puedo matar. Siempre es mejor que yo, y siempre es un maestro, mientras que yo solo soy un alumno. Siempre me mira por encima del hombro. Y, sin embargo, hay un interés infinito por lo que hace como artista. Siempre hay más que aprender”.

Rebels of the Neon God – (Dir. Tsai Ming-liang – 1992)

“Le mostré a mi pequeñísimo equipo en Memphis, Tennessee Rebels of the Neon God antes de rodar mi primer largometraje, The Delta. Me inspiró durante mucho tiempo. E igualmente inspirador es la carrera de Tsai Ming-liang a partir de esa película. Lo que me encanta de la película es que es como el cine expresionista: ningún plano carece de significado o impacto. Las motos de Rebels of the Neon God también están alojadas en mi imaginación, y siempre estoy sacando de las mismas. El papel de la bicicleta en Pasajes, la moto en The Delta, la fuerza del movimiento a través de una ciudad que él establece en esa película, funcionan como un ritmo contrario a lo que puede ser una película muy tranquila y estática. De repente, el movimiento crea tensión y posibilidad, lo que es maravillosamente cinematográfico”.