Para escapar de la revolución en su país, un monarca europeo se refugia en Nueva York. En bancarrota, aparece en comerciales de televisión para solventar sus gastos. Cuando conoce a un chico sin hogar cuyos padres son perseguidos por el Comité de Actividades Antiestadounidenses le brinda protección.

En esta comedia Chaplin lanzó un estridente ataque contra la industria fílmica de EUA y el Comité de Actividades Antiestadounidenses, la institución que lo forzó a exiliarse en Europa. Aunque trabajaba fuera de su estudio por primera vez, Charlie, sin miedo, hizo de la política algo muy entretenido.