Una clase de secundaria es escogida al azar para que sus alumnos sobrevivan a un cruel juego en una isla abandonada. Las reglas: 1) El juego dura tres días; 2) Cada jugador empieza con provisiones, agua y un “arma”; 3) Si sobrevive más de un jugador, todos morirán; 4) No hay escapatoria.

Antes de que se inventara Squid Game, el director de culto Kinji Fukasaku causó sensación con su baño de sangre distópico, Juego sangriento. Basada en una controvertida novela de Kōshun Takami, esta película política y cargada de adrenalina da un giro moderno al clásico El señor de las moscas.