El trabajo de Albert es cuidar a Mia, una chica con dientes de hielo que jamás sale de su apartamento, donde las persianas siempre están cerradas. El Maestro llama con regularidad para preguntar por Mia, hasta que Albert recibe la orden de preparar a la chica para que se marche.
En la inquietante y misteriosa Earwig, Lucile Hadžihalilović sigue con su fascinación por objetos extraños, prisiones secretas e historias insólitas sobre niños que crecen. Su cine de curiosidades, bello y al mismo tiempo escalofriante, comparte el mismo reino surrealista de Cronenberg y Lynch.