A través de los ojos multidimensionales de la libélula, Isabella Rossellini examina los inquietantes hábitos de apareamiento de este insecto. Al ver a su compañera, el macho se dispone a agarrarla por el cuello.
La descripción de Isabella Rossellini del cuerpo esbelto y delicadas alas de la libelula sugiere una elegancia caballeresca. Pero es una criatura de agresivos apetitos carnales, cuyos coercitivos rituales de apareamiento encuentran eco en la enérgica y percusiva interpretación vocal de la estrella.