Incapaz de dejar el hogar debido a la crisis económica, una pareja joven tiene problemas para consumar su relación mientras vive en la casa de sus padres. Sin dinero para pagar un hotel, se ven obligados a buscar lugares públicos utilizados para el sexo, conocidos por los lugareños como “pikaderos”.
With Limbo currently in cinemas, it is the perfect time to revisit Ben Sharrock’s darkly hilarious debut where every single frame is stuffed with absurdist visual gags. A damning critique of the recent economic recession, the film remains sympathetic to the plight of its kooky yet sweet paramours.