Andreas acaba de llegar a una extraña ciudad sin saber cómo. Tiene trabajo, una casa e incluso esposa pero nota que algo no va bien. La gente que le rodea parece vacía y superficial y sus intentos de escapar se verán abocados al fracaso.

Este es el lado más humano y ligero (si es que se le puede llamar así) de la distopía escandinava de Roy Andersson (You, the Living). Desde Cannes, esta comedia atraviesa la cultura consumista contemporánea. Una pesadilla absurda sobre Noruega en la que estamos felices de quedar atrapados.