Ryūhei es despedido de su trabajo. Oculta la noticia a su familia, pero esa mentira pronto deshace los lazos que la mantienen unida. Su hijo menor empieza a tomar clases secretas de piano, su hijo mayor quiere alistarse en el ejército estadounidense y su mujer se siente insatisfecha como matriarca.
La película que cambió la idea de que Kiyoshi Kurosawa solo sobresalía en el cine de horror: un drama doméstico — el reino sagrado de Ozu — reinventado. Ganadora en Cannes, ha sido su mayor éxito hasta ahora con su inusual mezcla entre historia de redención familiar, horror distópico y humor serio.