El director, Manoel de Oliveira, se encuentra en la casa de Porto donde ha vivido durante décadas, preparándose para irse debido a deudas. Se dirige al público, habla de historia familiar, cine y arquitectura, comparte películas caseras y recrea su enfrentamiento con la dictadura militar.
El documental de Manoel de Oliveira es un autorretrato íntimo, inundado de cavilaciones sobre la vida bajo una dictadura. Colocados sobre un cadencioso concierto de Beethoven o el zumbido de un proyector de películas, los recuerdos del pasado se fusionan sorprendentemente en poesía concreta.