¿Quieres empezar a verla ahora?
Son las 3 de la mañana otra vez, y Morgan Quaintance está despierto. En 1993, éste era el momento de ver fuegos artificiales y enamorarse. Ahora es la hora del insomnio, de la soledad y de pensar en “cosas raras”, como la posible santidad de su sufrimiento. A menudo ambientadas en la noche y en las turbias aguas de la tristeza posterior a una ruptura, ambas películas de nuestro...