Onírico, surreal y lleno de imágenes alucinógenas, el corto animado de Flóra Anna Buda, ganador en Cannes, goza del glorioso caos de la adultez joven. En oposición a la conocida realidad de la precariedad financiera y otras desgracias adultas, 27 libera la mente con fantasías juguetonas y cachondas.